Siguen subiendo. Los costes para construir viviendas de obra nueva han despedido 2021 con una subida anual del 15,3%, hasta los 1.155 euros/m2, según se desprende del informe de Tendencias del Sector Inmobiliario elaborado por Sociedad de Tasación. El indicador, que ya encadena cuatro trimestres consecutivos al alza, ha escalado un 4,71% en el último trimestre del año respecto a los tres meses precedentes.
En cuanto a la ratio de construcción sobre rasante, el mismo informe explica que se incrementó ligeramente hasta los 947 euros/m², mientras que el de bajo rasante se situó en 411 euros/m².
Los datos de la empresa especializada en valoraciones -que no incluyen las obras de rehabilitación- muestran que los costes de construcción superaron por primera vez la barrera de los 1.000 euros/m2 en el segundo trimestre 2020, y salvo un ligero descenso (cuarto trimestre 2020), el indicador no ha dejado de subir.
El aumento de los costes de construcción está impulsado principalmente por la escala de precios de las materias primas (madera, acero, cobre o aluminio) y la falta de mano de obra, y está poniendo contra las cuerdas al sector inmobiliario. De hecho, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) aseguraba el pasado mes de noviembre que el encarecimiento de las materias primas había obligado a cancelar o paralizar obras a cuatro de cada diez empresas.
«No existe ningún indicio de que el encarecimiento de las materias primas esté parando y la preocupación en el sector va en aumento», advertía el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén. En la misma línea se han pronunciado desde Crédito y Caución insisten: «La escasez de materiales de construcción y la falta de mano de obra ya han provocado retrasos y aplazamientos de proyectos, principalmente en el segmento de la construcción residencial… las empresas más pequeñas y muy endeudadas podrían tener un acceso limitado limitado a la financiación», decían.
Por el momento, la subida de los costes de construcción no se ha traslado al precio final que pagan los consumidores, pero los expertos dan por hecho que lo hará tarde o temprano.